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Del 3 al 8 de Diciembre
Todos conocemos la importancia de una buena noche de descanso para poder reponer fuerzas y recargar energías con las que afrontar la rutina al día siguiente. Sin embargo dormir fresco en verano se vuelve a veces complicado porque, ¿quién no ha pasado más de una noche de verano bañado de sudor y sin poder pegar ojo?
Dormir bien se vuelve casi imposible durante esos meses del año en que los que el calor aprieta. Pero mantengamos la calma, no está todo perdido. En Espuma a Medida, te traemos algunos consejos para hacer esas noches estivales algo más llevaderas.
En verano, la hora de dormir puede convertirse en una pesadilla. Si la temperatura de nuestra habitación es demasiado alta, conciliar el sueño será una tarea ardua. Dicho de otro modo: para tener una buena noche de descanso necesitamos que nuestra habitación esté lo más fresca posible. Ahora bien, ¿cómo lo conseguimos? Pues contamos con varias opciones. Podemos empezar por cerrar todas las cortinas del dormitorio, ya que al no dejar traspasar los rayos de sol de forma directa, será más fácil mantenerlo un ambiente fresco.
Otra opción, aunque evidentemente más cara, es utilizar ventiladores o enchufar el aire acondicionado. Pero ¡recuerda! Si haces uso de estos aparatos, no debes bajar la temperatura de 24-26 º. Y por último, pero no menos importante: elige ropa de cama adecuada para dormir fresco y cómodo.
Estaremos todos de acuerdo en que una de las peores partes del verano es despertar en un charco de sudor o sentir que se te pegan las sábanas. Para que este verano no te pase, queremos que tengas presente la importancia de utilizar sábanas y edredones transpirables y livianos, así como almohadas y fundas del mismo tipo. Además, deberás evitar materiales sintéticos, ya que impiden regular el calor corporal, y hacer uso de telas naturales, como el algodón o el lino, que transpiran y dejan pasar la humedad.
Que corra el aire… por tu dormitorio. Un consejo que nunca falla es el de mantener el aire en constante movimiento. De esta forma, no solo conseguiremos que nuestra habitación esté más fresca, sino que podremos aprovechar para airear también nuestra ropa de cama y nuestro colchón. Para airear nuestro dormitorio siempre podemos recurrir al truco del almendruco: abrir ciertas ventanas o puertas, preferiblemente opuestas, que formen grandes corrientes de aire.
Y otra forma de mantener el aire circulando —la más evidente— es utilizar ventiladores de techo o de pie, como ya hemos mencionado antes. Estos electrodomésticos, además, gastan y contaminan mucho menos que los aparatos de aire acondicionado.
Hoy en día, la tecnología ha avanzado mucho en cuestiones de descanso. Ya no solo podemos refrescar nuestras noches de verano con soluciones “tradicionales” como las que hemos explicado, sino que ahora tenemos la oportunidad de hacer uso de diferentes sistemas, tecnologías y terapias novedosas.
Un ejemplo de ello son los colchones transpirables, que regulan nuestra temperatura corporal permitiéndonos dormir como un tronco toda noche. Se pueden complementar con un tapiflex transpirable, pues esta es siempre una buena opción si, además de frescura, buscas decorar tu dormitorio.
También te recomendamos utilizar planchas de espuma thermo-gel, cuya función es disipar el calor y regular la temperatura en las zonas de la cabeza, el cuello o los hombros. Estarás tan a gusto que no querrás salir de la cama.
Y esto no es todo. No podíamos terminar sin añadir un trucazo a la lista: la aromaterapia. Como lo lees. La aromaterapia es una práctica que se ha puesto muy de moda últimamente, y no es de extrañar, ya que se ha demostrado que puede mejorar tanto el bienestar físico como psicológico. Si la pruebas, te recomendamos optar por esencias frescas y livianas como la lavanda o el ylang-ylang, que transmiten paz y tranquilidad para ayudarte a dormir a pierna suelta toda la noche. Y es que, a veces, un par de truquitos para engañar a la mente, como el de contar ovejas, pueden ayudarnos más de lo que pensamos.
Aunque todos estos trucos te pueden ayudar enormemente a conseguir dormir fresco en verano, de nada servirán si no adoptas una buena rutina de noche.
Sabemos que te gusta retrasar la alarma los fines de semana, darte la vuelta en la cama y aprovechar para dormir un poquito más. Sin embargo, vas a tener que dejar de hacerlo, ya que con esto solo consigues crear en tu cuerpo una falsa sensación de cansancio. Sí, te sentirás agotado todo el día, pero te costará más conciliar el sueño por la noche. No nos malinterpretes, siempre está bien darse un capricho y escuchar a nuestro cuerpo pero ¡que no se te vaya de las manos!
Y, como último consejo: sé constante en tus horarios de descanso e intenta levantarte y acostarte siempre a la misma hora. Al principio será complicado, pero ya verás que, si acostumbras a tu cuerpo, poco a poco recuperarás esa energía y vitalidad necesarias para afrontar el día.
¡Eso es todo, amigos! Esperamos que estos trucos para dormir fresco y descansar mejor te vengan de lujo los días en los que el calor apriete. Y no olvides que, en Espuma a Medida, estamos siempre a tu disposición para mejorar tu descanso, sea invierno, verano, otoño o primavera.