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Del 3 al 8 de Diciembre
Para que un gato esté sano necesita seguir las mismas pautas básicas que las personas. Es decir, los felinos necesitan seguir una alimentación sana y equilibrada, hacer ejercicio físico y dormir las horas necesarias para recuperar energía. Teniendo en cuenta que un gato adulto suele pasar unas 16 horas durmiendo seguramente querrás descubrir cómo puedes hacer una cama para gatos, lo más cómoda posible, con tus propias manos.
La principal ventaja de fabricar tú mismo la cama es que podrás personalizarla en todos los sentidos: tú eliges la forma, las dimensiones, el color y los materiales. También puedes añadir juguetes, especialmente si es un gato joven. Además es una tarea fácil y divertida.
La cama para gatos DIY tiene que ser cómoda, acogedora y fácil de limpiar. Debe estar diseñada para que el gato se sienta a gusto y tranquilo por lo que las medidas de la cama dependerán del tamaño del felino. Por lo tanto, antes de ponerte manos a la obra tendrás que medir a tu gato mientras duerme.
También la forma de la camita depende del gato y de sus costumbres. Normalmente los gatos duermen enroscados por lo que la mejor forma será redonda u ovalada. Pero si a tu gato le gusta descansar en otra posición, puedes hacerla de cualquier otra forma: cuadrada, rectangular… en definitiva, siguiendo las mismas pautas que para hacer una cama para perros. Siguiendo esta regla básica puedes dar rienda suelta a tu imaginación y construir una cama, por ejemplo, a forma de sofá, de cuna, de corazón, de flor o de hexágono.
Es posible utilizar diversos materiales para hacer una cama para gatos. Hay quien elige la madera pero es un material que no proporciona mucho confort y que absorbe la humedad. Además las astillas podrían lastimar a tu mascota. También se puede utilizar un material metálico para crear la base pero tampoco es aconsejable ya que es rígido y frío. Tampoco es una gran idea utilizar rellenos de algodón o de lana ya que a pesar de que son blanditos y acogedores también son un criadero de gérmenes.
Sin embargo, existe un material que sí es muy recomendable para crear una cama para gatos: ¡la espuma! Es un material higiénico y transpirable muy fácil de manipular que, además de ser un excelente aislante térmico que no absorbe ningún tipo de líquido, es económico. La espuma es el material ideal para hacer que tu gato descanse porque es mullido y se adapta al peso del gato. Además es estable y no emitirá ningún ruido cuando se mueva para cambiar de postura o estirarse. Para ello te aconsejamos que elijas una espuma blandita ya que a los gatos les encantan las superficies suaves. Pero las ventajas de la espuma no acaban aquí porque para facilitarte la construcción de la camita puedes comprarla ya cortada con la forma y las medidas que desees.
En cuanto a la elección de las fundas que cubrirán la espuma, no debemos olvidar que estamos hablamos de un gato y, por lo tanto, debemos olvidar las telas delicadas como, por ejemplo, la seda o las que no se pueden lavar. Las posibilidades son infinitas ya que hoy en día existen telas anti arañazos, tejidos que repelen los pelos, térmicos, antibacterianos, etc. Lo más importante es que sea un tejido suave y fácil de quitar los pelos o desenfundable para que pueda lavarse en lavadora.
Para hacer la mejor cama para tu felino, además de la tela y de la gomaespuma con las medidas adecuadas, solamente necesitarás pegamento, alfileres, hilo, velcro, una cremallera o algún botón, unas tijeras y una aguja o la máquina de coser.
Empezaremos por construir la estructura. El primer paso es dibujar el boceto de la base y de las paredes en la espuma para posteriormente cortarlas. Puedes saltarte este paso y comprar la gomaespuma ya cortada con las medidas que necesites. De hecho, puedes pedir espuma a medida en el formato que necesites: cuadrada, redonda, semicircular, triangular, cilíndrica, a forma de cuña, con tres lados rectos y uno semicircular, plegable, etc. Una vez que tienes claro la forma que adoptará la cama de tu gato solo tienes que pegar las paredes a la base con pegamento y esperar a que éste se seque.
Ahora es el turno de crear la funda. Lo primero que hay que hacer es lavar la tela para que sea más fácil de cortar y coser. Haz el patrón y cóselo. Puedes cerrarlo con una cremallera o con velcro. También puedes reciclar un jersey, una manta o una camiseta para tu creación. Lo importante es que se trate de un tejido fácil de lavar que no absorba ni la humedad ni los olores. Y ya que la estás haciendo personalizada también debe combinar con el “dormitorio” del gato. Pero, si la aguja no es lo tuyo, en lugar de construir la funda de tela siempre puedes comprar una funda a medida que se adapte a la forma y dimensiones de la cama. Si necesitas inspiración sobre los mejores diseños de camas para animales, siempre puedes echar un vistazo a nuestras camas para perros.
Si construyes con tus propias manos el lugar donde tu gato pasa la mayor parte del día seguramente crearás un vínculo aún más fuerte entre vosotros. Tu olor quedará impregnado en su cama y, sin duda alguna, tu gato agradecerá todo el esfuerzo realizado.
Pero debes pensar que también estás construyendo un elemento de decoración para tu hogar. Por ejemplo, utilizando una base rectangular con una pared también rectangular y dos paredes laterales cilíndricas, crearás un gracioso mini sofá-cama. También puedes utilizar elementos decorativos como cajas de madera o maletas vintage. Puedes introducir en ellas la cama que has construido para tu gato y personalizar aún más tu creación. La última cosa que no debes olvidar es que la cama debe estar diseñada para estar ubicada en el lugar que el gato duerme habitualmente. Los felinos no aman las sorpresas, así que a tu gato no le gustará tener que cambiar de dormitorio por muy bonita que sea la cama.