Uno de los mayores placeres de la vida es disfrutar de un sueño sereno, cómodo y reparador. Los beneficios que nota nuestra salud – tanto física como mental- al dormir bien son innumerables. Pero para disfrutar de todas las ventajas es esencial elegir la cama que mejor se adapte a nuestras necesidades. Ten en cuenta que pasarás una tercera parte del día en ella. Por ello, debemos considerar que, a la hora de tomar una decisión, lo más importante no es la estética sino la comodidad que nos proporciona. La apariencia cuenta pero para tener la cama de nuestros sueños es necesario prestar atención a dos aspectos esenciales: el colchón y su soporte (rígido o articulado). Ambos elementos son fundamentales, pero dependiendo del colchón, del ambiente en que vivimos, de nuestras preferencias y de nuestras exigencias personales, deberemos elegir entre somier o base tapizada.

¿Mejor somier o base tapizada?

No se puede afirmar rotundamente que un tipo de soporte es mejor que otro. Todo depende de lo que busquemos. Ambos sirven de base que sostiene el colchón, nos aportan confort y nos aíslan del frío y de la humedad. Por su parte, la base tapizada ofrece gran firmeza, resistencia y estabilidad. En cambio, el somier ofrece un grado de firmeza media pero mayor flexibilidad y transpiración.

Comprando ambos soportes podemos decir que los somieres son más tradicionales, económicos y flexibles. Dependiendo de su estructura aportarán más o menos firmeza. Existen somieres de muelles y de láminas, aunque los primeros están en desuso, ya que dañan los colchones rápidamente. En cuanto al segundo tipo, se trata de un somier con un bastidor de madera o metal con láminas posicionadas paralelamente que pueden ser tanto de fibra de carbono o de vidrio como de madera, siendo las de haya y de chopo las más utilizadas por ser muy duraderas. Además, es posible cambiar las láminas del somier. Por ejemplo, existen láminas con amortiguadores para aumentar la elasticidad de la cama y favorecer el descanso de las personas con problemas de espalda o con sobrepeso.

Perfil de base tapizada blanca

En cambio, una base tapizada consiste en una estructura reforzada con travesaños sobre la que se apoya un tablero tapizado acolchado. Este tablero, al ofrecer un apoyo totalmente uniforme del colchón evita que éste se hunda o se deforme y alarga su vida útil. Otra de sus ventajas es que hace menos ruidos que los somieres al moverse. Y, por si fuera poco, estéticamente son mucho más atractivas. Pero esto no es todo; también es posible personalizarlas con la tela que prefieras. Sin embargo, debe ser una base tapizada con un material con gran capacidad de ventilación, es decir, que transpire, especialmente con los colchones de látex.

Elegir el apoyo que sostendrá nuestros sueños

¿Base tapizada o somier de láminas? En definitiva, de manera general podemos decir que si necesitas firmeza deberías elegir una base tapizada. De hecho, las bases tapizadas están especialmente indicadas para mantener una correcta postura de la espalda al dormir. Pero si no deseas que tu cama sea demasiado rígida, siempre puedes utilizar una base tapizada con muelles que potencia tanto la amortiguación como la adaptabilidad y que está especialmente recomendada para los colchones de muelles y de espuma. Aunque para los colchones de núcleo de espuma el uso de un somier también es altamente aconsejado.

Y ¿qué somier necesita un colchón de muelles ensacados? Pues, para evitar que se deforme con el uso, debería apoyarse sobre un soporte totalmente uniforme. Por este motivo, una base tapizada sería la opción más recomendable. Un somier solo se apoyaría sobre las láminas dejando partes al aire. Además, al no necesitar aireación adicional, puedes olvidarte de los problemas de humedad que podría causar una base tapizada.

Un colchón sobre base tapizada.

También hay otro tipo de colchones de espuma y colchones viscoelásticos, o sea, un material hipoalergénico, antibacteriano y con independencia de lechos. Entonces qué es mejor: ¿somier o base tapizada para colchón viscoelástico? Los profesionales aconsejan utilizar una base tapizada porque proporciona mayor firmeza y dureza.

Luego, aparte del tipo de colchón, también hay que tener en cuenta el ambiente en el que se ubicará. El somier es más recomendable en habitaciones húmedas que la base tapizada. Sin embargo, si es lo que deseas, puedes optar por una base tapizada perforada que proporciona mayor transpiración.

Cambiar somier por base tapizada

Si aún sabiendo que también existen ciertos tipos de somieres de láminas que se pueden tapizar, has decidido que la base tapizada es el apoyo que mejor satisface tus necesidades debes recordar que, aunque tengas el mejor colchón disponible en el mercado, si la base en la que se apoya no es la adecuada, no obtendrás la calidad de reposo deseado y conseguirás que tu colchón se rompa antes de tiempo.

En definitiva, para que no te arrepientas de la compra realizada, la base sobre la que duermes debe estar construida con materiales de alta calidad, que garanticen un reposo reparador durante mucho tiempo. Si está perforada, es decir, presenta orificios de ventilación o está tapizada con un tejido transpirable, añadirás salud a tus noches al mejorar la ventilación del colchón. Y si la tela del tapizado es antimicrobiana y antibacteriana evitarás la proliferación de ácaros, microbios y bacterias.

Otra de las ventajas de las bases tapizadas es que, sea cual sea tu estilo, seguramente encontrarás un tejido que encaje perfectamente con tu mobiliario y decoración. Al fin y al cabo la cama es el mueble más especial de la casa, ¿por qué no hacer que sea único además de especial? Porque no olvides que el objetivo principal es sentirnos a gusto cuando apagamos las luces pero un bonito tapizado dará un toque de distinción a nuestra cama durante el día. Sin duda, tapizar la base de tu cama dará a tu dormitorio un toque único.